viernes, 30 de septiembre de 2011

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Fonéticamente, dos vocales, cualesquiera que sean, son siempre susceptibles de reducirse a una sola sílaba, aunque en determinados casos, por razones gramaticales o de otro carácter, deje de cumplirse dicha reducción. Tres o más vocales pueden, por el contrario, en ciertas combinaciones, ser fonéticamente irreducibles a un solo núcleo silábico. Para que en estos casos sea posible la reducción es preciso que las vocales, según el grado de perceptibilidad de cada una de ellas, se hallen combinadas, dentro de cada grupo, de mayor a menor, aei, aeu, aoi, aou, aae, aau, etc., o bien que la vocal o vocales más perceptibles de cada grupo, o sea las de articulación más abierta, se hallen en el centro del mismo, mientras que las menos perceptibles, o de articulación más cerrada, ocupen los extremos, con lo cual el movimiento de los órganos, abriéndose y cerrándose una sola vez para pronunciar cada grupo, coincide en lo esencial con el movimiento que requiere la articulación de cualquier sonido simple. Pueden presentarse, por consiguiente, dentro de este último caso, en pronunciación monosílaba, grupos de tres o más vocales como, por ejemplo, iao, eai, eau, uoi, ioae, ioau, uaei, uoau, ioaeu, etc. La reducción de los grupos vocálicos a una sola sílaba es, en cambio, imposible cuando entre dos vocales relativamente abiertas aparece una vocal más cerrada: aoa, aia, aie, euo, ouo, etc.; el movimiento de estrechez articulatoria a la correspondiente depresión de perceptibilidad que la vocal más cerrada representa en dichos casos constituye precisamente el punto de división silábica entre las demás vocales del grupo.
Ejemplos de grupos formados por tres o más vocales, irreducibles a una sola sílaba:
aoa esta o aquella es–ta–oa–que–lla
aoa blanca o azul blan–ca–oa–zul
aea ya he hablado yahe–ha–bla–do
aia sangrienta y ancha san–grien–ta–yan–cha
aie apaga y enciende a–pa–ga–yen–cien–de
eie calle y escuche ca–lle–yes–cu–che
eue parece hueco pa–re–ce–hue–co
euo siete u ocho sie–te–uo–cho
oie mucho hielo mu–cho–hie–lo
ouo uno u otro u–no–uo–tro
oia voy a morir voy–a–mo–rir
oaia no hay ánimo nohay–á–ni–mo
aiue casa y huerta ca–say–huerta
uaiai agua y aire a–gua–yai–re
Algunos de estos ejemplos presentan variantes por lo que se refiere a la incorporación silábica del elemento que divide el grupo de vocales. En “ya he hablado” es posible silabear ya–heha–bla–do”, aun cuando la forma más corriente suele ser la indicada arriba; en pronunciación lenta se diría, por supuesto, ya–he–ha–bla–do. En “voy a morir” puede también oírse vo–ya–mo–rir”, y formas intermedias en que la y figura más o menos en ambas sílabas: voy–a–mo–rir. Lo mismo puede decirse de “no hay ánimo”: nohay–ánimo. Las conjunciones y, o, u, se unen ordinariamente a la vocal que las sigue. En “casa y huerta” la y se une a la a anterior por no ser vocal el sonido siguiente. De todas modos los grupos vocálicos forman siempre más de una sílaba.
Las modificaciones que las vocales experimentan al agruparse en núcleos silábicos fueron indicadas a hablar de los diptongos, triptongos, sinéresis y sinalefas. Estas denominaciones, relacionadas con el distinto carácter gramatical de cada grupo, no representan diferencia alguna por lo que se refiere a la pronunciación. El grupo au, por ejemplo, se pronuncia del mismo modo en laurel, diptongo, que en la unión, sinalefa, y el grupo eo es igual fonéticamente en te ofrecía, sinalefa, que en teología, sinéresis
TOMÁS NAVARRO TOMÁS, Manual de pronunciación española, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 2004, págs. 150-152 *NOTA: No he podido copiar la grafía especial que se utiliza para separar los grupos fonéticos porque no tengo las teclas adecuadas .

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