• • • La Brigada Cachicuerna de Control Miraquelindo me informa con indignación de que en la última quincena se han encontrado en este blog niveles de enamoramiento y radiación miraquelinda de entre 5 y 10 milisieverts por hora. Lo siento, lo siento, lo siento.
• • • Que soy un egoísta compulsivo lo prueba la importancia que le doy a que Natalia me inspire y me anime a escribir. Un amor que no me empujara a escribir me parecería un amor ciclán.
• • • El poder que ejercen sobre mí las mujeres, lo pequeño que me siento cada vez que me abandonan, el reflorecimiento y animalidad que recupero cada vez que vuelven, es algo que envenena mis noches. ¿Seré realmente tan inútil y negado y minirrabioso?
• • • Sólo pensar que una chica está pendiente de mí me tranquiliza y me sugestiona, me insufla y me proyecta, me fija un centro, llena de helio mi estómago, me eleva. Esa sensación increíble de que todo en mí crece, de que soy imposible de detener...
• • • “Las mujeres tienen en el cerebro una célula de menos, y en el corazón una fibra de más”, escribió Chamfort, de suyo machista, pero a mí me ocurre exactamente lo contrario: siempre busco mujeres que tengan una célula de más en el cerebro y una fibra de menos en el corazón, mujeres inteligentes y duras y fuertes y casi masculinas. Yo no puedo salir con una mujer monovolumen, yo sólo puedo salir con mujeres trailer y mujeres portaaviones.
• • • Me dice que soy recalcitrante. Que el adjetivo que me define es recalcitrante. Y yo en cambio le digo, Natalia, tú eres el Aleph.
• • • Hasta me dice que soy guapo y eso me preocupa, porque me indica que se ha pasmado ante el Batania de blog, el Batania que recita, el de las pintadas, el propagador de sí mismo, el que inventa su propia mitología, el que prefiere fascinar a convencer. Pues las únicas mujeres que me han dicho que soy guapo en los últimos cuatro años son sin excepción mujeres que me han leído o me han visto recitar. Cómo voy a ser guapo yo, si soy como el culo de un mandril. Esto me recuerda a una declaración que le escuché a Joaquín Sabina: “Antes de ser Joaquín Sabina yo no ligaba nada”.
• • • Me llama Batania. Cuánto la amo por ese pequeño detalle que no le he pedido.
• • • Todo lo que no es Natalia me parece un banner. Algunos estudiosos consideran que los internautas desarrollan enseguida “ceguera a los banners” o ventanitas publicitarias, y eso es lo que me ocurre a mí: sufro ceguera ante todo lo que no es ella. Las demás personas me parecen banners, los otros blogs banners, las otras mujeres banners, las acacias del parque banners, todo lo que no trata de ella un plomo y redundante y extemporáneo banner.
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