.
.
-El senador Cela estaba dormido...
Terminó por decir el presidente en tono serio y autoritario, aunque Cela, con gran habilidad mental respondió de inmediato:
-No, señor Presidente, no estaba dormido sino durmiendo.
Ante tan inesperada contestación -que a don Antonio Fontán debió de parecerle, incluso, absurda- terminó por espetarle:
-¿Acaso no es lo mismo estar dormido que durmiendo?
.
La contestación por parte del académico de nuestra lengua no pudo estar cargada de más genialidad:
-No, señor Presidente, como tampoco lo es estar jodido que jodiendo.
GASPAR SÁNCHEZ SALAS, El coño de don Camilo y otras anécdotas inéditas, Espejo de Tinta, Madrid, 2008, págs. 62 y 63
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario